Funcionamiento de la vitrocerámica. El sistema de inducción genera calor a través de un campo electromagnético. Es decir, que bajo el cristal no hay ningún tipo de fuente de calor como en las vitrocerámicas que hay una resistencia que se calienta. Sino que hay un inductor que genera unos impulsos electromagnéticos que al entrar en contacto con la sartén provoca calor en esta para cocinar.
Obligatoriamente el recipiente para cocinar (sartén, olla, plancha, etc.). Tiene que estar preparada para inducción. Que es que el recipiente tenga el fondo difusor con partes ferríticas. Ya que esto provoca la transmisión de calor del inductor. Y así conseguir un funcionamiento de la vitrocerámica

Podemos saber que un recipiente está preparado para inducción, si cogemos un imán y se pega en el fondo. Esta es la prueba casera, y mientras más fuerte se pegue mejor transmisión de calor tiene.

Ventajas de las placas de inducción

– El cristal no se calienta, o se calienta menos. Ya que el contacto con la sartén, le transmite un calor residual que lo calienta un poco. Unos 70º o 80º centígrados, contra los 300º de temperatura en el cristal que puede llegar una vitrocerámica.

– La limpieza: porque no hace falta después de cocinar esperar a que se enfríe. Sino que justo después podemos pasar un paño, porque la temperatura que tiene ayuda a limpiarla.

– La rapidez: Este sistema de transmisión de calor provoca que sea muy rápida en alcanzar la temperatura. Con lo que ahorramos en tiempo y en consumo eléctrico.

– También es verdad que una placa de inducción tiene más potencia que una vitrocerámica. Pero esto se compensa a favor de la inducción por el menor tiempo que necesitamos para cocinar la misma receta.

La seguridad es otro factor importante. Una placa de inducción no funciona si no detecta el recipiente en la zona. Y aunque tengamos máxima potencia en una zona de cocción. No funcionara hasta que pongamos la sartén. Evita posibles manipulaciones por partes de los niños y que la dejen encendida.

La inducción es mucho más cómoda y rápida que la vitrocerámica. Y es lo más parecido a cocinar con gas, ya que las potencias son instantáneas en subidas y bajadas. Como cuando subimos o bajamos la llama del gas, cosa que en la vitrocerámica por el calor del cristal no podemos regular con tanta exactitud.

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