• Utiliza calefacción de bajo consumo. Si os calentáis con aparatos eléctricos, es importante que escojáis los que son más eficientes y, es decir, gastan menos. Puede que en un inicio sean un poco más caros que el resto, pero a la larga ahorraréis este dinero con la bajada de consumo que te supondrán.

• Mantén una temperatura estable. Una temperatura de 21 grados es suficiente para calentar vuestra casa. Recordad que el cambio de temperatura brusco es lo que provoca que la calefacción gaste más. Es importante que utilicéis un termostato para poder regular la temperatura correctamente.

• Programa el uso. Si estáis fuera de casa durante muchas horas, no es necesario que tengáis la calefacción encendida. Podéis programarla para que se encienda una hora antes de llegar a casa: encontraréis la casa igual de caliente y no habréis estado tirando dinero todo el día.

Consejos de uso eficiente

• Apaga la calefacción de las habitaciones que no uses. Si tenéis alguna habitación vacía o alguna que no utilizáis en casa, os recomendamos que apaguéis los radiadores para no pagar más de lo necesario.
• No cubras los radiadores. Para su mejor funcionamiento, no cubras los radiadores o pongas muebles muy cerca de ellos.

• Revisa los aislamientos de tu casa. Muchas veces, el calor se escapa porqué la casa no está bien aislada. Es importante que reviséis que las ventanas y las puertas de la casa estén bien. Por lo contrario, necesitarás gastar mucho más para compensar el calor que estás perdiendo.

• Subir las persianas para que entre todo el sol que podamos para calentar naturalmente nuestra vivienda. Por las mañana al abrir las ventanas para ventilar, será suficiente con abrir nuestra ventana mientras estamos desayunando y cuando acabemos volver a cerrar para no perder mucha temperatura, alrededor de 30 minutos para que se ventile nuestra habitación.

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