Durante tiempos económicos difíciles, los consumidores sabios saben que estirar el dólar significa mucho más que solo mantener un presupuesto. También se trata de saber usar lo que tienes. Los electrodomésticos, por ejemplo, pueden ser muy costosos de reemplazar. Al proteger su inversión, es posible mantenerlos en la mejor forma, lo que le permite evitar las costosas reparaciones durante el mayor tiempo posible. Aquí hay 4 consejos para hacer que sus aparatos duren más tiempo y se desempeñen mejor:
Mantenlos limpios.
Todos los tipos de aparatos deben mantenerse limpios para mantenerlos eficientes. Las bobinas del compresor de un refrigerador acumulan polvo con el tiempo, lo que hace que la unidad trabaje más. El polvo y la suciedad acumulados en las bobinas del compresor también son una causa importante de sobrecalentamiento. Las juntas de las puertas también deben limpiarse regularmente con un paño húmedo humedecido con jabón para lavar platos. Las juntas también deben revisarse regularmente. Una vez que se sueltan y ya no se conectan al cuerpo del refrigerador, deben ser reemplazados.
Los hornos y las estufas también deben mantenerse limpios para que sean más eficientes en la conducción del calor. Manténgalos limpios regularmente limpiando los goteos y derrames. Use una aspiradora para eliminar el polvo y la suciedad de los acondicionadores de aire y limpie los filtros semanalmente.
Mira cómo usas los aparatos con electricidad.
La mayoría de los electrodomésticos funcionan con electricidad, por lo que necesitan cuidados especiales. Los peores problemas que querrá evitar son el sobrecalentamiento y los cortocircuitos. Siempre apague la unidad antes de enchufarla o desenchufarla. Durante un corte de energía, apague inmediatamente la unidad y desenchúfela o al menos apague la regleta de alimentación.
Si la unidad es sensible a las fluctuaciones de energía, enchúfela a un regulador de voltaje y evite usar aparatos durante tormentas eléctricas. No moje ni sumerja los aparatos eléctricos en agua si no está indicado. Algunos aparatos pueden tener partes corrosivas, así que tenga cuidado al usarlos con agua. Revise periódicamente los cables de alimentación en busca de daños y haga que estos sean reparados o reemplazados si es necesario.
Sepa con qué está tratando.
Tener una buena comprensión de cómo funcionan sus aparatos le ayudará a evitar daños innecesarios. Lea las instrucciones cuidadosamente. Los fabricantes a menudo incluyen materiales impresos, como un manual del usuario con sus productos, así que tómese un tiempo para leerlos y comprender su uso, restricciones y limitaciones. Mantenga el manual del usuario a mano. Lo necesitará como referencia en caso de que ocurra un problema técnico.
Consigue un buen reparador.
Incluso con suficiente cuidado y mantenimiento de bricolaje, los aparatos pueden y se romperán. Si esto sucede, asegúrese de que un técnico autorizado y con experiencia los revise. Es posible que algunos electrodomésticos también deban ser reparados por alguien que esté certificado o capacitado para trabajar en esa marca o modelo específico. En algunos casos, el envío de la unidad a alguien que no tiene licencia puede incluso anular la garantía original. Siempre revise las recomendaciones del fabricante y asegúrese de que su técnico de reparaciones esté calificado para hacer el trabajo.