Un horno de gas y un equipo para asar son algo que forma parte de todos los hogares y tiene una parte importante de la vida cotidiana de las personas. A pesar de la introducción de cocinas de inducción, hornos de microondas, etc., las personas prefieren los hornos para cocinar alimentos nutritivos. Este horno funciona con la ayuda de GLP. Se utiliza para ayudar a cocinar y al mismo tiempo es perjudicial. Debe ser utilizado con la orientación y el cuidado necesarios. El GLP es inflamable y puede ser fatal si no se usa de la manera correcta. Los cilindros necesitan un cuidado especial y deben ser instalados por profesionales que estén equipados con licencias para cuidar y manejar dicho equipo. Aparte de eso, las personas que poseen dichos equipos también deben tomar ciertas precauciones que les permitan mantenerse seguros mientras cocinan y mientras el horno está en casa.

• Apagar las perillas y los interruptores: apagar las perillas y los interruptores del horno y la parrilla puede evitar las fugas de los reguladores. Como es inflamable, puede propagarse a otras partes de la casa y causar daños accidentalmente si entra en contacto con el fuego. También ahorra en el gas para el próximo uso y luego ahorra financieramente.

• Mantener la superficie limpia y las áreas visibles limpias: los hornos y las parrillas siempre deben mantenerse limpios y desinfectados. Una colección de grasa también es peligrosa, ya que también es inflamatoria. Enjuagarlos con agua o desengrasante puede ayudar a que el horno dure mucho tiempo; Frenar la corrosión y mantener a las personas seguras la próxima vez que cocinen.

• Utilizando el encendedor derecho: antes de encender un horno manual o una parrilla, se debe revisar el encendedor. Un encendedor disfuncional puede permitir que el exceso de gas suba a la superficie y, por lo tanto, inicie una llama peligrosa. Siempre se debe usar un encendedor que se enciende con un solo clic, y si no lo hace, se debe reemplazar de inmediato.

Limpieza de las rejillas de la parrilla de gas: hay mitos que afirman que los alimentos cocidos o asados ​​en superficies quemadas son más sabrosos, pero cuando se miran científicamente, son peligrosos para la salud. La comida se vuelve cancerígena y no debe ser consumida en absoluto. Por lo tanto, antes de preparar los alimentos en la parrilla, uno debe asegurarse de que la parrilla esté limpia o debe tomar precauciones al limpiarla una vez que la comida esté cocida. Las rejillas se pueden limpiar simplemente con agua jabonosa o soluciones de limpieza para que duren mucho tiempo y se mantengan limpias.

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