Si tiene un calentador de gas en casa, es esencial que todos los años lo revisen. Un aparato de gas defectuoso puede derramar monóxido de carbono y otros gases, que si se respiran pueden provocar graves problemas de salud y, en el peor de los casos, incluso la muerte. A menos que haya sido capacitado en el mantenimiento y la reparación de los calentadores de gas, sería necesario contratar siempre a un comerciante profesional para que revise el aparato.

Los calentadores de gas a menudo se consideran más deseables que los modelos eléctricos, ya que cuentan con una serie de ventajas inherentes. Para empezar, el costo del gas natural o el propano es generalmente mucho menor que el de la electricidad en términos del desembolso requerido para calentar su hogar. Otro factor importante es que los calentadores de gas de una dimensión pequeña son mucho más portátiles y emiten una mayor cantidad de calor que un diseño eléctrico de precio comparativo.

Si tiene la impresión de que su dispositivo no está generando el mismo nivel de calor que antes, el problema puede deberse a un componente que no funciona correctamente. Con el tiempo, las distintas partes pueden ser condenadas al desgaste, esto debe abordarse para garantizar que el aparato proporcione el calor necesario.

El quemador de gas, la manguera de gas, el regulador y la perilla de control de calor pueden deteriorarse con el tiempo. Afortunadamente, no es demasiado costoso encontrar piezas de repuesto. Cuando compre repuestos, siempre trate de comprar repuestos diseñados para su modelo y calefactor; si no lo hace, es posible que el dispositivo no funcione como se diseñó y podría convertirse en un peligro para la salud.

En los meses de verano, cuando no esté utilizando el calentador, sería útil mantener la manguera conectada a una botella de gas o línea de alimentación para evitar que los insectos y la suciedad suban por la tubería. Usted querrá asegurarse de que en el invierno, su calefactor todavía emita el calor que usted desea.

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