La unidad del refrigerador es una de las piezas más importantes del equipo en una cocina. Además de ser uno de los artículos más caros, también representa una parte significativa de la factura energética de una casa. Por esta razón, es fundamental que la unidad se mantenga adecuadamente para obtener la máxima eficiencia energética y evitar una reparación inesperada del refrigerador. El propietario puede hacer muchas de estas tareas por su cuenta. Pero un profesional puede hacer un examen completo de la unidad para descartar problemas importantes. Estas son algunas de las áreas más importantes para revisar regularmente:

Limpie a fondo las bobinas del condensador

Las bobinas del condensador deben revisarse y limpiarse aproximadamente una vez al mes para mantener el aparato en condiciones óptimas. Se necesita un limpiador especializado para limpiar esta área del refrigerador. Asegúrese de cepillar las aletas del condensador de arriba a abajo para limpiarlas a fondo. Esto puede ayudar a prevenir cualquier problema que requiera una reparación del refrigerador.

Limpie y revise las aspas del ventilador

Es fundamental que el ventilador funcione bien para mantener la unidad lo más fresca posible. Las aspas del ventilador sucias harán que el motor trabaje más fuerte de lo que debería, causando que se desgaste más rápido. Mantener las cuchillas lo más limpias posible evitará este problema. Para limpiar las aspas del ventilador, necesitará un paño suave. Limpie las cuchillas hasta que estén libres de polvo y suciedad. Si las aspas del ventilador están muy sucias, use un limpiador para limpiarlas y luego deje que se sequen. Asegúrese de cubrir el motor con otra toalla o paño para que no pueda entrar líquido de limpieza. Verifique las aspas del ventilador mensualmente para la limpieza.

Revise las juntas en las puertas

La unidad puede perder una cantidad significativa de aire frío si las juntas están dañadas o desgastadas. No solo resultará en alimentos en mal estado, sino que también aumentará su factura de energía. Asegúrese de revisar las juntas cada dos semanas o una vez al mes. Una forma fácil de verificarlos es intentar deslizar una hoja de papel entre la puerta cerrada y la junta. Si el papel puede quedar entre la puerta y la junta, puede significar un problema. Para mantener las juntas, retírelas de la puerta y empápelas en agua jabonosa durante aproximadamente una hora. Permita que se sequen realmente bien y vuelva a colocarlos en la puerta del refrigerador. Asegúrese de que estén bien sellados. Si las juntas no crean un buen sello, es probable que deban reemplazarse.

Mantener la unidad de refrigeración limpia y mantenida adecuadamente es solo un paso hacia un ahorro energético óptimo. Además de reparar el refrigerador usted mismo, asegúrese de programar revisiones de mantenimiento regulares con el fabricante o un profesional. Para detectar cualquier problema antes de que se conviertan en un problema importante.

Deja una Respuesta