Siempre debe seguir las instrucciones del fabricante para la limpieza y el mantenimiento, pero hay algunas pautas generales para la limpieza del horno. Trate de limpiar los derrames, con cuidado, antes de que tengan tiempo de quemarse en el horno. Alternativamente, si está cocinando algo que cree que puede desbordarse, puede ser una buena idea colocar papel de aluminio que, si se derrama, puede desecharse. Solo ten cuidado de no bloquear ninguna ventilación. Sin embargo, no importa qué tan limpio esté su cocinero, llegará un momento en que el cuidado preventivo no es suficiente y la limpieza es necesaria. Antes de comenzar a limpiar su horno, deberá identificar cuál de los tres tipos principales de horno tiene.
Los hornos autolimpiables se pueden configurar para que se limpien solos. Esto se hace al sobrecalentar el horno durante varias horas, convirtiendo los productos alimenticios derramados en una capa fina de ceniza. Este proceso puede producir humo o gases, por lo que se recomienda mantener la habitación bien ventilada abriendo una ventana. Recuerde retirar los discos de plástico (si su horno los tiene) antes de encender el ciclo de limpieza, ya que se sabe que el calor extremo los deforma. Una vez que finaliza el ciclo de autolimpieza y el horno ha tenido tiempo de enfriarse, puede limpiar la ceniza con un paño húmedo. Para cualquier mancha particularmente resistente, es posible que necesite aplicar un abrasivo suave y un poco de restregado. Una vez que el interior está limpio, puede lavar el exterior con un limpiador doméstico común.
Los hornos de limpieza continua tienen un revestimiento de porcelana con textura en el interior que quema lentamente cualquier alimento derramado. Todo lo que hay que hacer es limpiar el interior de forma rutinaria con un paño húmedo para eliminar los residuos. Tenga cuidado de no dañar el revestimiento especial utilizando limpiadores abrasivos.
Para hornos más tradicionales, la prevención sigue siendo la mejor opción para la limpieza y el mantenimiento. Cada vez que derrame, limpie los derrames con un paño tibio y húmedo. Cuando llegue el momento de una limpieza seria, comience por limpiar lo que pueda con un abrasivo suave y un paño húmedo y húmedo. Necesitará un limpiador de hornos o un estropajo para manchas más resistentes. Si elige usar un limpiador de hornos, asegúrese de que la habitación esté bien ventilada, ya que los humos pueden ser dañinos. Como alternativa al limpiador de hornos, el bicarbonato de sodio puede usarse como un abrasivo suave o para absorber los derrames de grasa sin el uso de químicos agresivos.