El monóxido de carbono (CO) es un gas que es básicamente un subproducto de la quema de combustible. Casi cada vez que se quema combustible, se produce CO. Por lo general, no sentimos los efectos del CO físicamente. Sin embargo, si quemamos demasiado combustible o usamos excesivamente los equipos que queman combustible, las posibilidades de inhalar cantidades inseguras de CO serán mayores. El uso de aparatos y equipos que queman combustible forma parte de nuestra vida cotidiana. Los equipos tales como estufas de gas, hornos, calentadores, hornos de gas, generadores y chimeneas de chimenea se usan todos los días en un hogar estadounidense y son posibles fuentes de monóxido de carbono.

De hecho, casi el 70% de los estadounidenses usan gas, propano, queroseno y madera para cocinar o para calentar su hogar. A medida que aumentan estos números, más estadounidenses hacen mal uso y no mantienen adecuadamente los aparatos que queman combustible, lo que resulta en una mayor incidencia de intoxicación por CO en el hogar.

Un hogar estadounidense sin alarma de monóxido o detector de CO2 puede estar en grave peligro. El CO es inodoro y no puede verse a simple vista. Cuando se inhala en grandes cantidades, el CO puede matar a un adulto en menos de 5 minutos. Es un gas que puede entrar en el torrente sanguíneo rápidamente al atravesar los pulmones. El CO puede reemplazar y eliminar rápidamente el contenido de oxígeno de las células del cuerpo. Las células necesitan oxígeno para funcionar y sobrevivir. Sin ella, dejará de existir.

Más de 10,000 estadounidenses buscan atención médica debido a la intoxicación por CO cada año, sin embargo, solo una cuarta parte de los estadounidenses tiene síntomas de monóxido. Los expertos sugieren que la forma más segura y fácil de protegerlo a usted y a su familia de los peligros del envenenamiento por CO es instalar un detector de CO2 en cada nivel de su hogar y en las áreas donde duerme.

Los detectores de monóxido pueden detectar niveles peligrosos de CO en su hogar y advertirle incluso antes de que experimente algún síntoma de envenenamiento por CO. Las alarmas de CO2 están disponibles en el mercado. Todas las alarmas están equipadas con sensores de CO que miden con precisión los niveles de CO en partes por millón (ppm).

Un detector de CO2 también debe tener un sistema de advertencia por voz que le permitirá saber específicamente qué tipo de peligro está detectando. Los técnicos recomiendan comprar una alarma con una batería de respaldo que le permita monitorear los niveles de CO incluso durante cortes de energía. La protección de su familia contra el envenenamiento por CO no solo proviene de las alarmas de monóxido. Sin embargo, el mantenimiento adecuado, la manipulación y el control regular de los aparatos y equipos son las principales prioridades.

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