Un ejemplo obvio de dispositivos de cocina que salvan vidas incluyen el humilde pelador, pelar papas y otras verduras podría ser una tarea ardua antes de que llegara esta sencilla herramienta. Pero, ¿qué pasa con el dispositivo que más ahorra tiempo para llegar a la cocina en el siglo XX: el lavavajillas?

Se cree que Joel Houghton, en 1850, fue el primero en sugerir este dispositivo, pero fue la invención de Josephine Cochrane en 1886 de la que han descendido nuestros modernos lavavajillas. Una mujer adinerada, y nieta del inventor del barco de vapor, comenzó a pensar en la idea después de que los sirvientes astillaran su fina porcelana. Debutó en una feria mundial en 1893.

Tomó hasta la década de 1950 para que fueran una venta generalizada y ahora son casi un requisito previo de hogares y restaurantes en los países del primer mundo. Algunas personas son anticuadas y insisten en que el lavado de manos puede ser tan bueno, si no mejor, que usar un lavaplatos, pero hay muchas ventajas al usar este último.

Las ventajas de usar un lavavajillas en lugar de lavarse las manos incluyen:

• Ahorra tiempo: algunos estudios han sugerido que, durante un año, usar un lavaplatos le ahorra tres semanas de tiempo. Cárgalo, enciéndelo y listo.

• Reduce el consumo de agua: se utilizará aproximadamente un 35% menos de agua cada vez que lave una carga completa en un lavavajillas, en lugar de lavarse las manos.

• Mejor higiene: todos los lavaplatos de hoy están fabricados con un alto nivel y utilizan la tecnología más moderna, lo que significa que tienden a limpiar mejor.

Por otro lado, hay un impacto ambiental y, por supuesto, el lavado de platos consume más energía. Cuando se ven juntos los pros y los contras, generalmente se decide que un lavaplatos es una necesidad en el hogar moderno de hoy. Si nos fijamos en el estudio de que esta pieza del kit ahorra tres semanas de tiempo en el transcurso de un año, entonces un ama de casa, o la casa en general, ahorraría casi dos años de tiempo por cada 30 años que usen un lavaplatos.

Entonces, ¿tienes un lavaplatos? ¿Quieres uno? Aquí hay cinco cosas que debes tener en cuenta al buscar el mejor lavaplatos:

1. Agua calentada por lo menos a 140 grados.

2. Más aerosoles que posee = platos más limpios.

3. Busque un número alto en la etiqueta amarilla de la Guía de Energía.

4. ¿Qué vas a lavar principalmente y qué ciclos posee?

5. ¿Qué tan fuerte es?

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