Su secadora probablemente hace su vida mucho más fácil. No tiene que llevar su ropa a la lavandería, lo que le ahorrará tiempo y dinero. Sin embargo, cuando los electrodomésticos en los que confías empiezan a fallar, es posible que te encuentres increíblemente incómodo. Si puede detectar estos problemas temprano, puede evitar caer en una trampa.

1. No parece suficientemente caliente

Si está utilizando los mismos ajustes que siempre ha usado y los tiempos de secado siguen aumentando, tiene un problema que probablemente le esté costando dinero. Cada segundo que se ejecuta la secadora, estás pagando la factura de la energía. Cuidar esto rápidamente debería ahorrarle dinero ahora y en el largo plazo. Hay dos posibles culpables.

Si tiene un sensor de humedad en su secadora, es razonablemente defectuoso. Los sensores de humedad están conectados a la placa de circuito principal y envían señales eléctricas a su máquina, diciéndole qué tan húmeda está su ropa. Si eso es defectuoso, podría enviar señales incorrectas. Su ropa puede estar incluso seca y la máquina sigue funcionando porque no lo sabe. En el corto plazo, podría colocar su ropa en un ciclo cronometrado para ver si se secan, pero definitivamente debe llamar a un especialista en reparación en seco. Si se trata de un problema con la placa de circuito, no desea que empeore y que sea más costoso.

El otro culpable podría haber sido un termostato defectuoso. Este dispositivo, al igual que el termostato de su hogar, le informa a su aparato la temperatura dentro del tambor. Si eso funciona mal, es posible que su máquina no se caliente, entonces su ropa no se secará. Puede abrir la máquina aproximadamente a la mitad del ciclo para ver si está caliente. Si hace calor, es probable que tenga un sensor de humedad defectuoso. Si no es así, es probable que tenga un termostato defectuoso. Cualquiera de los dos podría indicar un problema mayor con su placa de circuito.

2. Parece demasiado caliente

Un aparato que parece demasiado caliente por lo general significa una de tres cosas: su ventilación está obstruida, su termostato está defectuoso o su bobina de calefacción no funciona correctamente. Debe abordar este problema de inmediato, ya que una secadora de sobrecalentamiento es un grave peligro de incendio.

Localiza la trampa de pelusa. Abrelo. Si está lleno de pelusas, ese podría ser tu problema. Límpielo y vuelva a hacer funcionar su secadora, manteniéndolo de cerca. Si continúa calentándose más de lo que se siente cómodo, apáguelo y llame a un especialista en reparación de secadoras. Es posible que tenga un problema de termostato o bobina de calentamiento. Lo mejor que puedes hacer es apagarlo y no usarlo hasta que un profesional lo inspire.

3. mecerse o golpear

Este es el más fácil de diagnosticar. Si tiene artículos pesados ​​como edredones en su máquina, intente volver a equilibrarlos para evitar que el tambor se balancee. Si no está desequilibrado, es probable que tenga una correa de transmisión dañada que necesitará un ojo profesional.

Estos son tres de los problemas más comunes. A veces son serias y otras no. Saber la diferencia podría ser clave para mantenerse seguro y ahorrar dinero en sus costos de reparación en seco.

Deja una Respuesta