Comprar una lavadora y secadora usadas es una alternativa recomendada para quienes tienen un presupuesto ajustado y desean ahorrar dinero para otras mejoras en el hogar. Y tampoco estamos hablando de pequeños ahorros. Teniendo en cuenta lo caros que podrían ser los nuevos, la diferencia del 30-60% podría llegar fácilmente a cientos de dólares. Al igual que con cualquier compra de electrodomésticos, existen pautas y reglas para mantener, antes de tomar una decisión final.

Espacio

Tu primera preocupación debe ser el espacio disponible. Mida las dimensiones exactas del área de lavado y tenga en cuenta que debe dejar algunas pulgadas entre las paredes y la lavadora y secadora usadas para cables y mangueras. Esto le ayudará a decidir si necesita un conjunto apilado o uno al lado del otro, tal vez incluso un solo dispositivo combinado.

Tipo y tamaño de los electrodomésticos.

Las lavadoras vienen en dos tipos: cargadoras superior y frontal. Los cargadores superiores son más baratos, tienen ciclos más rápidos y la mayoría de ellos le permiten agregar más ropa durante la lavandería. Por otro lado, los cargadores frontales tienen mayor capacidad, ahorran las telas y son más eficientes en el consumo de agua y energía. Esta diversidad es bienvenida, ya que permite que cada hogar tome una decisión basada en sus propias necesidades.

Una vez que haya elegido la lavadora, la secadora es relativamente fácil. La regla general es que su tamaño debe complementar la capacidad de la lavadora.

Los dispositivos combinados siempre son cargadores frontales, porque este es el único diseño que permite que el tambor distribuya el calor correctamente al secarse.

Opciones

Si elige una lavadora y secadora usadas más nuevas, tendrá muchas opciones y controles para elegir. Tantos, que puede ser un poco confuso al principio, especialmente si está acostumbrado a los modelos más antiguos. En lugar de tratar de comprender todos los ajustes posibles e inevitablemente perderse en el proceso, concéntrate en los que tú y tu familia realmente necesitan. Por ejemplo, si tiene un horario agitado y no pasa mucho tiempo en casa, verifique los ciclos de lavado cortos. Si usa una gran cantidad de telas delicadas, asegúrese de que también haya un ajuste apropiado para ellas.

Lo mismo ocurre con la secadora. Además, si planea usarlo para zapatillas y zapatos de lona, ​​un ciclo sin caídas podría ser una opción deseable.

Eficiencia.

Una gran parte de las facturas de electricidad y agua de cualquier hogar provienen de lavar la ropa. Es por eso que la eficiencia no debe pasarse por alto al comprar una lavadora y secadora usadas, por el contrario, debe ser un factor importante en el proceso de toma de decisiones. Busque el logotipo de Energy Star u otro tipo de señal de calificación aprobada por el gobierno, así como información sobre el uso del agua.

También debe saber que, aunque las secadoras a gas son una inversión inicial más grande, resultarán más baratas a largo plazo.

Solicite una garantía para su lavadora y secadora usadas.

Los vendedores individuales rara vez ofrecen ningún tipo de garantía, a menos que esté comprando productos electrónicos más nuevos y la política inicial aún sea válida.

Sin embargo, si está comprando en una tienda de electrodomésticos usados, no olvide pedir uno. Esperemos que no lo necesite, pero si alguna vez se trata de reparaciones y piezas de repuesto, estará contento de haberlo conseguido.

Al final, usted y solo usted pueden determinar qué funciona mejor para usted, pero si necesita cambiar las unidades de lavandería a un precio razonable, una lavadora y secadora usadas son una buena manera de hacerlo.

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