Muchas personas se asustan cuando se dan cuenta de que uno de sus principales electrodomésticos para el hogar se encuentra en la cima y terminan haciendo los movimientos equivocados que solo les cuestan más dinero y crean problemas innecesarios. Con solo seguir algunas pautas simples cuando se enfrenta a un electrodoméstico que funciona mal, los propietarios pueden ahorrar sus nervios y su billetera, por no mencionar que preservan su propiedad y la seguridad personal.

Un aparato roto puede significar muchas cosas, desde un simple inconveniente hasta un grave riesgo de seguridad. La necesidad de reparaciones importantes de electrodomésticos puede ser desalentadora, y con demasiada frecuencia los propietarios hacen movimientos que prolongan sus dificultades mecánicas, les cuestan más dinero y causan dolores de cabeza innecesarios. Si se enfrenta a un calentador de agua con fugas, una secadora que no se enciende, o cualquier otro problema relacionado con los electrodomésticos, asegúrese de recordar estas simples recomendaciones y prohibiciones:

NO:

salga apresuradamente a comprar un artefacto de reemplazo al primer indicio de un problema con el actual. Con raras excepciones, los servicios como la reparación de secadoras son más económicos que comprar una unidad completamente nueva y, a menudo, se completan en una fracción del tiempo.

HAGA:

llame a un profesional tan pronto como note cualquier cambio en el comportamiento o el rendimiento de su unidad. La vacilación podría causar un daño mayor, y también significa un período de tiempo más largo para que tenga que soportar un servicio insuficiente. El diagnóstico rápido de los síntomas aumenta la probabilidad de una reparación rápida y exitosa.

NO –

Intente solucionar el problema usted mismo. Leer el manual de reparación de su refrigerador no es una sustitución por años de entrenamiento y experiencia. Cuando los aficionados abren sus máquinas y comienzan a juguetear, es una receta para todo tipo de desastres. Después de todo, cuando estás tratando con máquinas, estás jugando con partes móviles y líneas de servicios públicos. Además de los riesgos de seguridad y daños a la propiedad que ha estado asumiendo al tratar de ser reparador, también es menos probable que logre su objetivo final (solucionar el problema en cuestión) que un técnico capacitado. Deje que un profesional de reparación de electrodomésticos identifique el origen de sus problemas y los haga históricos.

NO –

Trate de manipular una solución temporal. Todo lo que estás haciendo es arriesgarte a empeorar el problema. Solo se deben usar piezas de repuesto y herramientas aprobadas por la industria en sus electrodomésticos. Ya sea que se trate de una reparación de lavaplatos o de un horno, las soluciones de atajo pueden dañar aún más su electrodoméstico, crear riesgos de seguridad y más.

HAGA:

Practique las prácticas operativas adecuadas, así como la limpieza y el mantenimiento de rutina, para que pueda hacer todo lo posible para evitar futuros casos del mismo problema.

NO: No se

conforme con la instalación de un aparato de reemplazo profesional, en el caso de que su máquina actual se considere demasiado dañada para repararla. La instalación inadecuada puede significar una vida útil reducida del dispositivo, un servicio deficiente, facturas de energía innecesariamente altas y otras consecuencias fácilmente evitables.

HAGA:

solicite la reparación de un aparato de emergencia si cree que corre un riesgo inmediato de incendio o sospecha de una fuga de gas. Si hay alguna razón para pensar que está en algún tipo de peligro debido a su aparato, es mucho mejor prevenir que lamentar.

Seguir estos consejos ayudará a garantizar una vida útil larga y totalmente funcional para sus máquinas. Cuando vuelvas a disfrutar de ropa limpia y limpia y platos impecables, te alegrarás de haberlo hecho.

Deja una Respuesta